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NUEVOS FÁRMACOS PARA LA OBESIDAD

Hace un par de semanas acudió a consulta un paciente con antecedentes de obesidad mórbida resuelta con cirugía bariátrica. Esta persona logró perder 30 kg siendo adolescente. La cirugía de la obesidad está indicada en niños y adolescentes con grandes obesidades acompañadas de comorbilidades que comprometen seriamente su salud en la edad adulta. Pues bien, este paciente quería seguir bajando de peso, ya que, a pesar de hacer todo lo que le indicaron en el hospital, no lograba seguir perdiendo. Dijo: “mi peso lleva medio año estancado y lo que me ha propuesto la endocrina es probar una medicación “experimental” para la pérdida de peso, y claro, ¿cómo voy a tomar una medicación que no se sabe si va a ayudarme?”

La obesidad no se cura consumiendo productos quema grasa ni detox (infusiones, pastillas, batidos, etc.), así lo único que se consigue es alejarse más de una dieta equilibrada. Ahora bien, existen fármacos para la obesidad, a los que se han sumado la liraglutida y la semiglutida (agonistas de los receptores de GLP-18) y están revolucionando el tratamiento de la obesidad por su mayor eficacia. Sin embargo, cabe subrayar que siempre hay que utilizar estos fármacos junto con una alimentación saludable, un estilo de vida activo con ejercicio planificado y una modificación conductual, ya que el uso de medicamentos sin tales cambios es ineficaz.

La obesidad tiene patogénesis multifactorial: ambientes obesogénicos (globalización alimentaria, excesivo uso de transporte motorizado e informatización de múltiples tareas rutinarias), además de factores genéticos y socioculturales (creencias erróneas sobre salud y alimentación). Por ello requiere de un tratamiento multidimensional.

Muchas personas/familias logran librarse de la obesidad con ayuda de mi asesoramiento. Éstos son los que logran aplicar las directrices alimentarias y de estilo de vida con esfuerzo y mucho apoyo a nivel personal. Pero muchas otras no. Estas últimas pueden precisar psicoterapia simultáneamente o, incluso, atención psiquiátrica; aunque a veces basta con no contar con el suficiente apoyo de los seres queridos. Cuando la familia (padres, pareja, los buenos amigos) no entienden que se trata de una enfermedad y que necesitan contar con su apoyo, es muy fácil que el paciente claudique, tire la toalla. En estos casos, la familia debería acompañar a la consulta para poder expresar su preocupación y a la vez entender el problema real de salud.

Por último, destacar que el colectivo del dietista-nutricionista no debería recibir remuneración económica por la venta de productos o métodos engañosos que prometan la pérdida de peso deseada, al igual que ocurre con el colectivo médico; en tal caso no se trataría de un servicio profesional sanitario, sino de un comercio, una tienda. A pesar de que algunos lo hagan, no es éticamente correcto.

¿TE ACABAN DE DIAGNOSTICAR SÍNDROME METABÓLICO? Este artículo te interesa


En este artículo abordamos una patología que comunmente encontramos en nuestra consulta. Es por ello que queremos darla a conocer. Muchos son los que acuden a consulta y escuchan este diagnóstico por primera vez en su vida, a pesar de presentar este sindrome desde hace largo tiempo. 

A continuación un breve índice del contenido del artículo:

1. Qué es el sidrome metabólico

2. Cuáles son sus síntomas

3. Causas de este síndrome

4. Factores de riesgo causales y predisponentes

5. Cómo se diagnostica y cuáles son los tratamientos del síndrome metabólico

¿Qué es el síndrome metabólico?

Es el nombre de un grupo de factores de riesgo de enfermedad cardiacadiabetes y otros problemas de salud. Puede presentarse un factor de riesgo aislado, pero lo más habitual es que se detecten varios al mismo tiempo. Si tiene al menos tres de ellos, se llama síndrome metabólico. Estos factores de riesgo incluyen:

  • Cuerpo con "forma de manzana", también llamada obesidad abdominal. 
  • Niveles altos de triglicéridos, un tipo de grasa que se encuentra en la sangre.
  • Niveles bajos de colesterol HDL o alto de LDL. El HDL se conoce como colesterol "bueno" porque ayuda a eliminar el colesterol de las arterias.
  • Presión arterial alta: Si su presión arterial se mantiene alta en el tiempo, puede dañar su corazón y provocar otros problemas de salud
  • Niveles altos de azúcar en la sangre en ayunas. El nivel de azúcar en la sangre levemente alto puede ser un signo temprano de diabetes.

Cuantos más factores estén presentes, mayor será el riesgo de enfermedad cardíaca, diabetes y accidente cerebrovascular.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome metabólico?

La mayoría de los factores de riesgo metabólico no tienen signos o síntomas obvios, más allá de tener una cintura grande.

¿Qué causa el síndrome metabólico?

  • Sobrepeso y obesidad
  • Un estilo de vida inactivo
  • Resistencia a la insulina: Afección en la cual el cuerpo no puede usar bien la insulina, una hormona que ayuda a mover el azúcar de la sangre a las células para darles energía. La resistencia a la insulina puede conducir a una glicemia basal alterada o pasar directamente a una diabetes.
  • Edad: Su riesgo aumenta a medida que envejece.
  • Genética: Origen étnico y su historia familiar.

A menudo, las personas que tienen síndrome metabólico también presentan un aumento en su coagulación de la sangre e inflamación en todo el cuerpo. Los investigadores no saben si estas afecciones causan el síndrome metabólico o si lo empeoran.

¿Quién está en riesgo de síndrome metabólico?

Los factores de riesgo más importantes para el síndrome metabólico son:

  • Obesidad abdominal (una cintura grande)
  • Estilo de vida sedentario
  • Resistencia a la insulina

Ciertos grupos de personas tienen un mayor riesgo de síndrome metabólico, como:

  • Algunos grupos raciales y étnicos: Los mexicoamericanos tienen la tasa más alta de síndrome metabólico, seguidos por los caucásicos y los afroamericanos.
  • Personas con diabetes.
  • Personas que tienen hermanos o padres con diabetes.
  • Mujeres con síndrome de ovario poliquístico.
  • Personas que toman medicamentos que causan aumento de peso o cambios en la presión arterial, el colesterol en la sangre y los niveles de azúcar en la sangre.

¿Cómo se diagnostica el síndrome metabólico?

Su profesional de la salud diagnosticará el síndrome metabólico usando los resultados de un examen físico y análisis de sangre. Debe tener al menos tres de los factores de riesgo para ser diagnosticado con síndrome metabólico:

  • Una cintura grande, cosa que evalua el profesional sanitario experto en riesgo cardiovascular.
  • Un nivel alto de triglicéridos (150 mg / dL o más)
  • Un nivel bajo de colesterol HDL, que es:
    • Menos de 50 mg / dL para mujeres
    • Menos de 40 mg / dL para hombres
  • Presión arterial alta, (135/85 mmHg o más)
  • Un nivel alto de azúcar en sangre en ayunas (100 mg / dL o más)

¿Cuáles son los tratamientos para el síndrome metabólico?

El tratamiento más importante para el síndrome metabólico es tener un estilo de vida saludable para el corazón, que incluye:

  • Un plan de alimentación saludable para el corazón: Esta dieta limita la cantidad de grasas saturadas y trans que consume y le insta a elegir una variedad de alimentos nutritivos, incluyendo frutas, verduras, granos integrales y carnes magras
  • Llegar a tener un peso saludable
  • Controlar el estrés
  • Hacer actividad física regular
  • Dejar de fumar (o no comenzar si aún no fuma)

Si estos cambios en el estilo de vida no son suficientes, es posible que deba tomar medicamentos. Por ejemplo, es posible que necesite medicinas para bajar el colesterol, la presión arterial o la glicemia (niveles de azúcar sanguíneo).

¿Se puede prevenir el síndrome metabólico?

La mejor manera de prevenir el síndrome metabólico es a través de cambios en el estilo de vida saludables para el corazón.

NIH: Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre

A PROPÓSITO DE UN CASO: ASPIRINA Y JENGIBRE


El pasado verano acudió a consulta un paciente que había sufrido un infarto hacía poco, asociado a una obesidad e hipertensión arterial, motivo por el que tuvo que reducir el sodio de la dieta. En una de esas, le recomendé una mezcla de especias llamada Ras El Hanut para lograr aromatizar sus platos sin necesidad de tomar tanta sal y así mejorar la adherencia a la dieta hiposódica. Mi sorpresa fue cuando acudió a la siguiente cita explicándome que su médico le había prohibido consumir jengibre porque tomaba Aspirina ®; además el paciente demostró ser muy observador cuando me señaló que no podía tomar aquello porque contenia jengibre. A raíz de esto revisé las interacciones a través de la ficha técnica de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), máxima entidad pública que garantiza la calidad, seguridad, eficacia y correcta información de los medicamentos y productos sanitarios, desde su investigación hasta su utilización. Pues bien, en ella no encontré nada que confirmara lo que la paciente comentaba. No contenta con los resultados decidí investigar más el tema y acabé haciendo una búsqueda bibliográfica en la mayor base de datos de estudios científicos que existe a día de hoy: PUBMED. Allí encontré mucha información de calidad que hoy vengo a compartiros para que estéis bien informados todos aquellos que toméis Aspirina (ácido acetil salicílico o A.A.S.) a diario.

El objetivo de la revisión bibliográfica (1) que os presento fue identificar y evaluar la literatura científica sobre el uso de extractos a base de hierbas (EBH) entre adultos mayores, para evaluar la prevalencia, los patrones, las posibles interacciones y los factores asociados con su uso.

En ella se valoraron veintidós estudios. Con frecuencia faltaba una definición de extractos a base de hierbas (EBH) o lo que se consideraba un EBH. La frecuencia del uso recurrente por adultos mayores varió ampliamente entre 5,3 y 88,3%. Los medicamentos de venta con receta más combinados con hierbas o extractos de hierbas fueron fármacos antihipertensivos, betabloqueantes, diuréticos, agentes antihiperlipidémicos, anticoagulantes, analgésicos, antihistamínicos, antidiabéticos, antidepresivos y estatinas. Los extractos a base de hierbas más utilizados fueron Ginkgo biloba, ajo, ginseng, hierba de San Juan, equinácea, palma enana americana, aceite de onagra y jengibre. Los riesgos potenciales de sangrado debido al uso de Ginkgo biloba, ajo o ginseng con aspirina o warfarina fue la interacción hierba-fármaco más informada. Algunos datos sugieren que ser mujer y tener un ingreso familiar más bajo y una educación inferior a la secundaria se asociaron con el uso recurrente de EBH.

Conclusión: La prevalencia del uso simultáneo de medicamentos recetados y EBH entre adultos mayores es sustancial y se han informado posibles interacciones. El conocimiento de la medida y la manera en que los adultos mayores combinan los medicamentos recetados ayudará a los profesionales de la salud a identificar y manejar adecuadamente a los pacientes en riesgo.

(1) Tsai HH, Lin HW, Lu YH, Chen YL, Mahady GB. A review of potential harmful interactions between anticoagulant/antiplatelet agents and Chinese herbal medicines. PLoS One. 2013 May 9;8(5):e64255. doi: 10.1371/journal.pone.0064255. PMID: 23671711; PMCID: PMC3650066.