¿DIETAS MILAGROSAS O LOBOS VESTIDOS DE OVEJA?

Después de las fiestas de Navidad algun@s habréis cogido unos kilos de más, que ahora estaréis intentando perder. Incluso os habréis sentido tentados de hacer una dieta milagro, tipo Dukan, detox, Herbalife, del grupo sanguíneo o incluso la de beber tu propia orina como único sustento en todo el día... sí, has leído bien (increible, pero hay personas que la hacen y otras que la recomiendan). 
Pues bien, la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) condena estas dietas porque aportan más problemas que beneficios y se basan en intereses económicos, sin importar la salud y el bienestar de sus seguidores.

¿Qué efectos inmediatos tiene una dieta milagro en nuestro cuerpo?

Estas dietas consisten en comer menos de lo que necesitas, o en comer pocos o ningún hidrato. El organismo compensa la carencia energética consumiendo su grasa, sí, pero también su propio músculo. Esto provoca pérdida de fuerza y formación de sustancias tóxicas (los cuerpos cetónicos entre otras). Además, las situaciones de ayuno ponen en marcha mecanismos nerviosos y hormonales que permiten que el cuerpo saque provecho del poco alimento que recibe, con lo cual, al cabo del tiempo de seguir la dieta milagro en cuestión el metabolismo entra en una fase de meseta que hace que se deje de perder peso.

Has dicho que se pierde músculo, ¿y qué hay de la grasa corporal?

Quien promulga estas peligrosas dietas relaciona la pérdida de peso con la pérdida de grasa. Pero esto es una verdad a medias, porque como he dicho antes también se pierde gran cantidad de músculo. El músculo es un tejido muy rico en agua y como hemos visto, el organismo lo destruye para obtener energía a partir de él, ¿sí?. Es decir, lo que se pierde mayoritariamente es el agua que liberan los músculos al entrar en catabolismo y el propio músculo. En ocasiones, este proceso de pérdida de peso se refuerza con el consumo de diuréticos (productos fitoterapéuticos o fármacos que promueven la producción de orina) lo que conduce a una llamativa pérdida de peso, sí, pero a partir de agua, nada más ¡Cuidado! Pueden hacerte creer que retienes mucho líquido para justificar la compra del producto “diurético”, cuando es totalmente innecesario. 

Y ¿por qué se vuelve a ganar peso al dejar de hacer una dieta milagro?

Es lo que se conoce como efecto “rebote” o “yo-yo”. Por una parte, tras hacer la dieta, el cuerpo necesita menos energía que antes de realizar la dieta milagro, aunque el apetito sigue siendo el mismo o incluso mayor, por tanto, comeremos según la sensación de hambre, no según las necesidades corporales y se cogerán quilos de más. Además, al dejar de seguir estas dietas milagro uno se encuentra ante un avismo ya que si retoma los hábitos alimentarios que llevaba antes de la dieta volverá a coger peso. Las personas que fomentan este tipo de dietas se centran solo en le perímetro y el peso, no hacen educación alimentaria. En resumen: comerás más de lo que tu organismo necesita, escogerás mal los alimentos y ganarás peso en forma de grasa. Tanto si estás en esta situación como si es la primera vez que necesitas perder grasa corporal, te recomiendo que llames al 690.107.162 y te informamos sin compromiso.

¿Por qué suponen un riesgo para la salud?

Según el Consenso del 2011 de la SEEDO (Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad) pueden producir: trastornos psicológicos (ansiedad, irritabilidad emocional derivada de estados de frustración); trastornos de la conducta alimentaria (como anorexia nerviosa, picoteos compulsivos, atracones...), a veces de mayor gravedad que el propio exceso de peso; debilidad por déficit muscular; osteoporosis, cálculos renales o déficits vitamínicos y minerales..., entre otros. Además, el efecto yo-yo viene acompañado del aumento de grasa, favoreciendo la aparición de patología cardiovascular.

¿Hay alguna característica que permita diferenciar estas dietas de los métodos saludables?

Sí. En toda ellas:
a) se promete una pérdida de peso rápida: > 5 kg/ mes, 
b) se dice de ellas que no requieren a penas esfuerzo y 
c) anuncian que son completamente seguras, sin riesgos para la salud.

Ya veo que el secreto está en no creer en los milagros. Más vale perder peso cambiando los malos hábitos alimentarios por unos más saludables y sin pasar hambre. Ya lo dice el refrán: las cosas de palacio van despacio.

¡Eso es! Y si te interesa saber cómo alimentarte de forma saludable u otras cuestiones sobre alimentación y salud no dudes en contactar con nosotros llamando al 690.107.162 o acuendiendo a nuestro centro (clica para ver la dirección). También realizamos asesoramiento por videollamada.

Y como regalo (porque no sólo hay que ser generoso y solidario en Navidad) a continuación te dejo un audio de RTVE en el que un compañero diestia-nutricionista habla de la dieta Detox, para que entiendas bien la lección de las dietas milagro. ¡Hala! ¡A disfrutar del aprendizaje lectores!

DIVERTICULOSIS: SUENA DIVERTIDO PERO NO LO ES

Los divertículos son bolsas pequeñas en el intestino grueso, como hernias. Cuando los divertículos aparecen significa que existe una enfermedad llamada diverticulosis. Según estudios poblacionales es más común en personas que siguen una dieta pobre en fibra. 

Aunque su causa no se conoce con certeza se sospecha que podría deberse a una mezcla de factores genéticos, alimentarios y de estructura y motilidad del colon. 

La imagen de la izda. se corresponde con un intestino grueso con divertículos, de los cuales, uno de ellos presenta inflamación como consecuncia de una obstrucción.

La mayoría de veces la diverticulosis no da síntomas. Algunas veces, provoca dolores leves, hinchazón abdominal o estreñimiento. A menudo se descubre cuando el médico ordena pruebas buscando otra cosa. Por ejemplo una colonoscopia.

Si las bolsas se inflaman aparece la diverticulitis. El síntoma más común es el dolor abdominal, generalmente en el lado izquierdo. También puede sentir fiebre, náuseas, vómitos, escalofríos, cólicos y estreñimiento. 

En los casos más graves, la diverticulitis puede causar sangrado, desgarres u obstrucciones intestinales. Su tratamiento puede incluir antibióticos, analgésicos y una dieta líquida, aunque los casos más serios pueden requerir hospitalización, incluso cirugía. 

Para ayudar a mantener los divertículos lo más limpios posibles y sin inflamación, por tanto, evitar las diverticulitis, existen pautas alimentarias y de estilo de vida que han demostrado resultados fehacientes en estudios epidemiológicos, así que si tienes diverticulosis o acabas de tener una diverticulitis y no sabes cómo organizar tu alimentación para estar mejor evitar que se repita, no dudes en llamarnos al 690.107.162.